El dormitorio es el lugar donde ocurre la magia en una pareja. El sitio donde se descansa, pero también donde se disfruta. Una especie de sancto santorum donde todos tenemos nuestra parcela privada, mostrándonos realmente como somos, pero también compartimos con nuestra pareja. Es como el lugar definitivo donde comprobar que la cosa funciona entre los dos, y que hay mucho más que complicidad y cariño. La cama es el lugar donde la pareja se hace, se fortalece y se vuelve invencible incluso. Donde se arreglan muchos problemas, aunque también pueden surgir otros cuantos. Donde se canalizan los sentimientos y emociones a través de la pasión, una de las mejores formas de comunicación que hay en una pareja. Las charlas de cama son interesantes, y muy necesarias llegados a cierto punto, pero no pueden sustituir, de ninguna manera, a las relaciones sexuales. Y estas sí que son imprescindibles para mantener viva la llama en la pareja.
A este respecto, hay muchos factores que influyen en el buen desarrollo de la vida sexual de una pareja. No se trata solo de que se gusten o se atraigan, ni siquiera de que hayan mantenido esa llama del deseo encendida. La rutina, cuando ya llevan un tiempo compartiendo cama, suele hacer acto de presencia, y puede convertirse en un problema realmente serio si no sabemos atajarlo a tiempo. También podríamos hablar de la situación económica, familiar… Todos esos factores determinan que una pareja tenga más o menos sexo. Pero hay uno en el que casi nadie piensa, y puede ser igual de importante, tanto para lanzarse al placer como para disfrutarlo al máximo de verdad. Y es que en la mayoría de casos, las relaciones sexuales se tienen en la propia cama, sobre un colchón en el que depositamos todo nuestro deseo, toda nuestra vitalidad sexual. Y ese colchón puede ser nuestro mejor aliado para que estos polvos pasen de ser algo divertido a ser una cosa inolvidable. ¿Hasta qué punto afecta el colchón a la hora de disfrutar del sexo? Pues más de lo que tú piensas, y aquí te lo vamos a desvelar.
La importancia del colchón en el placer
Es cierto que en ocasiones, dejándonos llevar por la pasión, tenemos relaciones en otros lugares de la casa, como el sofá o incluso la cocina. Esto es muy buena señal, de hecho, porque ya nos está diciendo que seguimos abiertos a nuevas opciones, a nuevas formas de satisfacción y lujuria. Pero en la mayoría de casos, ya seáis una pareja con muchos años de antigüedad o acabéis de conoceros, lo más normal es disfrutar del placer en la cama. Y no es por ninguna tontería. Es que allí es donde está el colchó, seguramente la superficie más cómodo para dormir, pero también para tener un poco de sexo, en cualquier postura que nos podamos imaginar. El colchón está preparado, de hecho, para aguantar las embestidas intensas del placer.
Porque ha sido creado no solo para el descanso, sino también para la pasión, teniendo en cuenta este factor. Podremos encontrar todo tipo de colchones, más amplios y más pequeños, más duros o más blandos, con más o menos rebote, pero todos ellos nos servirán como base para explorar las fantasías que llevamos dentro, con nuestra pareja. Y es que un buen colchón nos aporta seguridad, nos aporta confort para estar cómodos y atrevernos con cosas nuevas y excitantes. Un buen colchón para el sexo es aquel en el que podemos darnos todo el placer del mundo, con total intensidad, y se mantendrá firma en todo momento. Por eso es tan importante escoger el colchón perfecto para nosotros, no solo pensando en el sueño, sino también en el deseo.
Qué debemos buscar
Cada persona es un mundo, y en cuanto a colchones podemos ser un universo entero. Y es que cada cual tienes sus preferencias. Algunos siguen disfrutando de esos colchones de muelles que hacen tanto ruido al dormir, y mucho más en otro tipo de circunstancias… Otros prefieren la comodidad de los colchones viscoelásticos, aunque no ayuden tanto con el rebote a la hora del placer. Lo mejor es buscar un colchón relativamente duro pero cómodo, que no haga mucho ruido cuando estemos en plena faena, para evitar situaciones incómodas. También debe ser lo suficientemente amplio como para que quepa la pareja sin problemas, y tener una buena durabilidad, si queremos darle tralla de verdad con nuestros momentos más salvajes.
Mejores colchones para disfrutar de la pasión
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, lo más probable es que prefiramos un colchón viscoelástico a la hora de disfrutar del sueño y del sexo. Son más caros, eso sí, pero son una opción perfecta por su durabilidad y por su calidad. Se adaptan perfectamente a nuestro cuerpo, así que la comodidad será total, incluso para probar cosas nuevas. No tienen demasiado rebote, pero ayudan a que el sexo sea mucho más intenso, porque debemos ocuparnos de hacer sentir a nuestra pareja que estamos ahí, con ella. Así mismo, conservan cierto calor después de una actividad tan intensa, pero no es algo tan desagradable como suele pasar con los de espuma. Y en cuanto al ruido, son sin duda los colchones más silenciosos, a años luz de los de muelles.
Las escorts también lo saben
Si cuando vas a comprar un mueble o un coche te dejas aconsejar por los profesionales, por los que más saben, ¿por qué no ibas a hacer lo mismo en cuanto al colchón perfecto para el sexo? Las amantes de lujo son las que mejor conocen este tipo de colchones, porque llevan a cabo sus servicios sobre ellos, y están perfectamente informadas de cuáles son las mejores opciones. Algunas veces buscan la mejor relación calidad precio, y no apuntan tan alto como hemos visto nosotros aquí arriba. Y es que es cierto que los colchones de las escorts sufren un poco más de carga, porque no se trata solo de una relación cada cierto tiempo, sino de algo mucho más constante.
Aun así, los colchones de viscoelástica siguen siendo la mejor opción para estas profesionales, especialmente cuando trabajan por su cuenta. Si tienen que adaptarse a lo que haya en el burdel de turno, también lo hacen, pero siempre exigen algo de calidad. Puede que esos colchones de muelles que tanto ruido hace y que tan buen rebote tienen sean también divertidos y excitantes para el placer. Pero cuando llevas semanas enteras haciéndolo sobre ellos, al final lo que buscas es una mayor comodidad, y eso no te lo va a dar un colchón de muelles.